Había prometido que la siguiente entrada iba a ser para Uxue, la hemanita de Iride, pero en mi vida ha sucedido un nuevo acontecimiento y estoy tan feliz que quiero compartirlo con todos vosotros (espero que lo comprendas Saioa, y te aseguro que tu pricensita mayor va a tener una entrada como se merece).

Titulo esta entrada como UN PEQUEÑO MILAGRO porque creo que esta vez la vida, la naturaleza o yo qué sé ha dado la suficiente fuerza, otra vez, a esta familia, para que vuelva a ocurrir. ¿Os acordáis de una entrada que hice ya hace tiempo, Gran amiga, gran mujer y gran mamá? Pues aquí está la segunda parte. Esta vez ha sido diferente, ha sido todo más rápido, menos sufrimiento… aunque sé que los últimos meses y sobre manera las cuatro últimas semanas han sido muy, muy difíciles, ya sabes lo que es ser madre, ya sabes lo que es ese sentimiento, ya sabes lo que significa dar la vida, por lo que aún el sentimiento de miedo a perder se quintiplica. Pero lo importante es que Markel ya está aquí, pequeñin 2.070 gr. y con apenas unas horas de vida, ya es todo un luchador.

Hace unas semana una amiga y compañera, puso en su Muro de su Facebook que Dios no existía; a mí se me encogió el corazón, le pregunté el por qué y ella me contestó que hacía unos meses había perdido a su padre y esa semana a una amiga de 28 años. Yo no supe qué contestarla, tuvo muchos mensajes de apoyo, pero la verdad es que yo me quedé callada, y no sé por qué. Así que hoy te digo, María José, tiene que ser durísimo perder a un padre, no sé lo que es ese dolor, pero sí sé cuál es el dolor de perder a un amigo, y es tan doloroso e injusto… que comprendo tu pensamiento de que Dios no existe, pero hoy al ver a Markel he pensado: Dios, o lo que sea, sí existe, y también existen los milagros, y merece la pena seguir adelante pensando que hay esperanza, y que la vida continua de una forma u otra.

Y bueno, pues aquí os dejo con unas poquitas fotos. No son muchas ni me he podido mover mucho, pero para contaros la historia de Markel creo que son suficientes, se ve la fuerza y coraje que tiene, ¿¿verdad??

Un beso muy fuerte, sobre todo para Ainhoa, Marioa y Aroa, ¡¡¡os lo merecéis todo!!! Y otro para María José, fuerza amiga.