Siempre lo digo pero realmente es cierto, tengo unos novios que no me los merezco. Especialmente Miriam y Javi han tenido una paciencia sobrehumana conmigo; por diversos asuntos personales, este año he estado un poco atrasada con la entrega de los trabajos, pero ellos en todo momento han sido comprensivos y muy pacientes, así que muchísimas gracias txikos, ¡espero veros pronto!

Pero hoy quiero hablar de una cosa que no suelo hablar en el blog, pero si con mis novios (ahí entra mi ramalazo de organizadora como buena mujer).

La diferencia de que los novios se vistan en un hotel es muy grande, ya se que a todas las madres les hace mucha ilusión que sus hijas se vistan en su casa, pero la tranquilidad que te da un hotel… ¡¡y ya fotográficamente ni hablamos!!

Lo que me encantó de esta boda es que estaba llena de detalles fuera de lo que estamos acostumbrados, fue una boda de tarde, muy tarde por lo que nos quedábamos sin luz y les propuse el por qué no hacer el reportaje antes de la ceremonia. Es cierto que ese momento de la entrada a la ceremonia es muy especial y mágico, pero hay muchísimas opciones. En esta boda les propuse hacer un encuentro a lo americano, donde los novios hacen un encuentro especial antes… ¿y sabéis lo que os digo? que me encantó, ellos tuvieron su momento tranquilo para mirarse, besarse y, por qué no, ¡¡¡de enamorarse un poco más!!! Creo que creamos un momento mágico, diferente y especial.

Digo creamos porque tuve la ayuda de Aintzane, una wedding planner encantadora, Conmemora, ella se encargó de que toda la boda estuviese preciosa, llena de mil detalles únicos y muy personalizados. Este año tenemos otra boda juntas y deseando de volver a coincidir.

Quiero hacer una mención especial al Hotel Isasi, que nos dejó sus maravillosos jardines para poder hacer las fotos antes de la ceremonia. Ya había estado en este hotel, sacando fotos a otros novios y de escapada de fin de semana, y es totalmente recomendable.

Hotel de la ceremonia y restaurante: Hotel Ibaia, Gordexola.